PEQUEÑA ALEGRIA DOMINICAL
Esta mañana, al volver de la misa de las 7.30 (es decir, a las 10.00 hs) un pequeño enjambre de niños me ha acompañado todo el camino hasta casa. Es la primera vez, desde que estoy en el Congo (hace tres años y medio), que esto me pasa: normalmente, cuando los niños ven un blanco suelen tener estas reacciones: 1) Estado de sorpresa absoluta, como si nosotros viéramos pasar un dinosaurio por la calle; 2) Indiferencia; 3) Miedo, pánico y lágrimas; 4) Insultos; 5) Burlas; 6) Algunas veces, si van con sus padres y se lo mandan, entonces saludan, excepto los del punto 3.
Por el camino nos hemos presentado (nombre, dónde vives, quién es tu padre y tu madre) y también hemos hablado de los diferentes tipos de comida: aunque toda la conversación se ha desarrollado en lingala, había bastantes términos técnicos de cocina que se me escapaban.
Al pasar delante de un policía (con metralleta incluida) le he dicho: “¿Ves? Son mis guardaespaldas.” Y el policía le ha dicho a los niños: “Protegedlo bien”.
Una vez llegados al convento querían entrar conmigo, pero me he despedido de ellos y han continuado su camino hasta sus respectivas casas.
Gracias Señor por esta pequeña alegría dominical.
Etiquetas: Flashes congoleses
10 Comments:
Francesc_Xavier, enhorabuena por tu blog y por las historias que cuentas en él. Lástima no haberlo conocido antes. A partir de ahora lo voy a leer siempre que pueda. Ánimo, la vuestra es una labor maravillosa que, por desgracia, los medios de comunicación procuran ocultar.
Hola a todos, me alegro de que los niños te rodearan, me recordó la escena de Jesús cuando dijo: dejad que los niños se acerquen a mí, ¿Tú no llevas túnica verdad?
Sergio que pases unas felices vacaciones. Un abrazo.
Francesc es lógico que tengan miedo, creo que es por el color tan distinto nada más, si estoy confundida dímelo.
Sobre eso tengo una anécdota: Un día me acerqué a ver a un niño muy moreno, sus padres también eran muy morenos y cuando el niño me miró, le vi que se asustó, creo que por el contraste de color al que el niño estaba acostumbrado a ver, entonces antes de que empezara a llorar me fui.
Cuando veas a un niño de allí, aunque supongo que ya lo harás, yo lo que hago es mirarle a los ojos con amor, en esa mirada le abro mi corazón y a la vez le sonrío, no falla, ninguno te suele rechazar aunque sea tímido, es más, con los bebés de meses, se establece con la mirada un intercambio de palabras, serán tonterías mías, pero entiendo mirándoles a los ojos lo que me están diciendo.
También con la barba les asustas un poco leoncito.
Gracias Crispal. Le eché un vistazo a tu blog y me interesó. Supongo que debes vivir en Oriente Medio... un región mucho más complicada para evangelizar que el Africa subsahariana.
María: Sólo llevo túnica cuando me pongo el alba para la Eucaristía.
Es verdad que el color blanco asusta a los niños que no están acostumbrados; y como dice anónimo/a la barba también les asusta, pues por aquí no son tan peludos como la raza blanca.
Me alegro por ti, eso es que empiezan a considerarte de los suyos!
Pues la metralleta apuntando al suelo, que no me entere yo!! jeje.
Y los niños.. menuda bendita compañía, jeje
Hoy voy a reunirme con mis amigos/as católicos, estoy en un seminario de vida interior (no siempre he podido acudir pero tengo unos apuntes que son oro), entre otras cosas, unas inmensamente interesantes,y que me han clarificado conceptos; Pedir la gracia, reconocer la gracia, edificar sobre la gracia.. temas muy interesantes.
Para hoy dijeron que cada uno trajese ideas y explicase conceptos que le agradasen, yo he elegido Lucas 17.3, Mateo 18.19 y Mateo 17.20.
Que Dios te bendiga, y a todos/as.
Ya ves nos contamos cosas en tiempos cercanos y lugares lejanos, bendito el buen uso de internet, jeje.
+Sergio
Sagrado Corazón de Jesús, presente en todos los Sagrarios del mundo, en tí Confío! Siempre!
Libro para descargar.
http://www.plancarte.edu.mx/bibliografia/doctos/varios/Tratado_de_la%20Verdadera_Devocion_a_la_Santisima_Virgen.pdf
Hola Francesc.
Saludos desde BCN
Debe ser muy gratfificante vivir situaciones como esta. Te animo a seguir en tu misión y te deseo que escenas como la que describes sean más frecuentes.
Gregorio
Gracias Gregorio.
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