miércoles, julio 11, 2007

VIVIR EL MOMENTO PRESENTE (II)

¿Cómo hacer en concreto para vivir el momento presente sin que nuestro corazón esté disperso? Poniendo todo nuestro corazón (nuestra voluntad y afectos profundos) en el verdadero tesoro de nuestras vidas: el Reino de Dios; y el Reino de Dios en medio de nosotros es Jesucristo mismo.

Pero para dirigir toda nuestra energía interior hacia Dios, el verdadero tesoro, hemos de renunciar a todos los afectos desordenados que dispersan nuestras energías y nos impiden la entrega total a Dios. ¿Cómo podemos tener la fuerza de hacer una renuncia tan radical sin sentirnos frustrados? Jesús nos da la respuesta en Mt 13, 44: “El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido en un campo. El que lo ha encontrado lo esconde, y es tan grande su alegría que va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo.”
Jesús nos muestra que hemos de descubrir que El es el verdadero tesoro escondido en nuestras vidas, y que hemos de apasionarnos a tal punto por El, que, llenos de alegría por haberlo encontrado, no tendremos dificultades para renunciar a todo lo demás por El.

Hay que tener en cuenta que “renunciar” no es otra cosa que preferir a Jesús antes que todo; cuando se está enamorado y apasionado por algo o por alguien somos capaces de relativizar el resto de las cosas y las personas.

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4 Comments:

At 7/12/2007 01:08:00 a. m., Anonymous Anónimo said...

Si, es verdad.
Quien encuentra el Tesoro, el único que hay, lo demás pasa a un segundo plano.
Frances me vuelvo loca con el lío de tantas religiones y me duele la cabeza.
No se porque las personas complicamos tanto las cosas, cuando Dios nos da unas pautas sencillísimas de seguir.

 
At 7/12/2007 06:38:00 p. m., Anonymous Anónimo said...

Pues sí, una vez un sacerdote me dijo que Dios es un Dios de sencillez.

+Sergio

Sagrado Corazón de Jesús, presente en todos los Sagrarios del mundo, en tí Confío! Siempre!

 
At 7/12/2007 09:17:00 p. m., Anonymous Anónimo said...

Si Sergio, Dios es tan sencillo que la gente no lo entiende. Se creen que hay que buscarle las vueltas a todo para poder llegar a El.
Si uno coge el camino con la simplicidad de un niño, El nos lleva de la mano, sólo hay que confiar en que El nos lleva y ya está.
El y va enseñándonos poquito a poco nos va diciendo lo que hemos de hacer.

 
At 7/13/2007 08:43:00 a. m., Blogger Francesc Xavier Sanuy said...

Satanás también puede desviarnos bajo apariencia de simplicidad, así que hay que velar, vigilar y orar como decía Jesús.

 

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