jueves, junio 28, 2007

TEXTOS SOBRE LA HUMILDAD (I)

De los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, n° 351 (6ª regla de las "Reglas para sentir y descubrir qué son los escrúpulos") [texto en castellano antiguo]:

“La sexta, cuando la tal ánima buena quiere hablar o obrar alguna cosa dentro de los límites de la Iglesia, dentro de la inteligencia de nuestros mayores, que redunde en gloria de Dios nuestro Señor, y le viene un pensamiento o tentación de fuera, para que ni hable ni obre aquella cosa, trayéndole razones falaces de vana gloria o de otra cosa, etc.; entonces debe alzar el entendimiento a su Criador y Señor, y si ve que es su debido servicio, o al menos no contra, debe proceder diametralmente contra la tal tentación, conforme a lo que San Bernardo respondió: “Ni por ti empecé, ni por ti acabaré”.

Comentario: San Ignacio recomienda que rectifiquemos nuestra intención (si es necesario), pero que no renunciemos a la obra buena que teníamos pensado realizar o hablar para el servicio de Dios. “Rectificar la intención” consiste en reconocer a Dios como origen y fin de todo bien.

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5 Comments:

At 6/28/2007 04:14:00 p. m., Anonymous Anónimo said...

Eso me pasa a mí.

 
At 6/28/2007 09:49:00 p. m., Anonymous Anónimo said...

Hola, Francesc

Pues muy acertados estos comentarios, en hacer el bien dentro de la voluntad de Dios no hay problema, a veces se pueden tener escrúpulos en decir cosas, porque se sabe de muchos Santos/as que ocultan cosas o solo se las comentan a su director espiritual, por humildad y esto está bien, pero Dios acababa por obrar de tal manera de que se vea claro que Él está realmente detrás, y por activa o por pasiva se acaba sabiendo la verdad.. de Dios.

Realmente lo importante es gloriar a Dios, porque en su recto proceder está todo.

Si Dios quiere.. una frase que si se entiende plenamente, no hace falta nada mas, Él siempre provee.

A los que en algún grado se niegan al mundo por servir al prójimo en la voluntad de Dios, son granjeados en su confianza y se les provee y ayuda.

Sé de varias personas católicas que me han explicado, florecillas de la providencia y son cosas tan claras y que no se pueden confundir con casualidades, todas diferentes y todas claras y con la misma firma.

Yo a estas personas les digo que esto es un regalo de Dios, que lo recuerden con cariño cuando caigan en aridez para ayudarse a sobrepasarla.

Son verdades de Dios.

En cierto modo sí que soy un colaborador de la parroquia, jeje.
De las parroquias de Cristo Rey de reyes.

Y del camino no me salgo, con plena voluntad, confianza y convencimiento.

Dios os bendiga.

+Sergio

Sagrado Corazón de Jesús, presente en todos los Sagrarios del mundo, en tí Confío! Siempre!

 
At 6/28/2007 10:49:00 p. m., Anonymous Anónimo said...

Es un texto muy bonito,
¿Es verdad que San Ignacio mató en su juventud a un hombre?

 
At 6/29/2007 12:06:00 a. m., Anonymous Anónimo said...

Frances, pido por tú congregación, por favor pide tú mucho por mí ¿vale?
Intercambiaremos nuestras oraciones, yo me voy a Congo y tú te quedas aquí, por poco tiempo, ya se que te gusta mucho aquello, claro por eso eres misionero de Dios.

 
At 6/29/2007 08:44:00 a. m., Blogger Francesc Xavier Sanuy said...

Anónimo dijo: ¿Es verdad que San Ignacio mató en su juventud a un hombre?

Respondo: Que yo sepa no, a no ser que haya sido algún muerto de una de las batallas en que participó como militar. Aunque es verdad que tuvo una juventud bastante loca y pecadora.

Rosa: OK, rezaré por ti. Pero no soñemos, sólo podemos servir y amar a Dios en el presente, el futuro no nos pertenece. El aquí y el ahora es el lugar del encuentro con Dios.

Gracias Sergio por compartir tu experiencia.

 

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