“CASATE CONMINGO Y LLEVAME A EUROPA”

Hoy fui al mercado a comprar con nuestro cocinero (que conoce mejor los precios que yo, pues cuando ven a un blanco muchos suelen subir los precios… aunque no soy malo regateando).

Llegados al puesto donde se vendían las legumbres, la vendedora me dijo (traduzco del lingala): “Cásate conmigo y llévame a Europa”. No lo decía en broma. Le respondí que casarse con alguien sólo por dinero no era una buena costumbre, a parte de que su marido podía ser una mala persona, y así, Europa podía pasar de ser el cielo a ser el infierno.

El cocinero me comentaba que a muchos hombres no les gusta que sus mujeres vayan solas a vender a los mercados, pues aprovechan para hacer entradas extras prostituyéndose.

¡Cuántas miserias morales hay por culpa de la pobreza extrema!