TESTIMONIOS RETIRO Nº 5 (MUJERES)
5º retiro cpcr –esposas- (06-09 mayo de 2010)
• Agradezco al Señor esta oportunidad, es para mí una gracia porque vine aquí con muchos problemas.
• Llegué aquí llorando y vuelvo con alegría. Siento que el Espíritu Santo está en mí.
• Los grandes frutos recibidos en este retiro son la alegría y la calma. Espero llevar esta riqueza a mi familia.
• Hay dos puntos importantes que han llamado mi atención: he visto la realidad de todo lo que pensaba en mí en relación con mis intenciones de oración, y la disponibilidad de estos padres y hermanos me sirve de ejemplo para mi vida.
• El gran fruto de este retiro es el Amor. He encontrado en el Hno. Max un ejemplo de servicio. Que Dios bendiga esta comunidad.
• En este retiro el silencio me ha impactado mucho. Además también el amor que he encontrado en esta comunidad.
• Tenía muchas dificultades. En este retiro Dios me ha dado más de lo que yo esperaba. El gran fruto recibido es la alegría: la alegría que vivía durante la misa ha sido una gracia pues sentía a los ángeles junto a mí cantando y danzando. Siento la vocación de servir a Dios hasta mi muerte.
• Es mi segundo retiro. Vine aquí porque mi marido así lo deseaba, pero he recibido un gran alivio a pesar de mis heridas interiores.
• Me sorprende que mi marido me haya permitido venir a este retiro, ¡él que siempre quiere que esté a su lado! Dios ha hecho en mí muchas cosas. Gracias.
• El silencio me ha impactado. Viniendo aquí tenía muchos malestares, no me sentía bien. Llegando aquí todo terminó y me siento liberada. El hecho de que me mantenga en pie es una gracia.
• Es mi segundo retiro. El fruto principal: la oración. Pido a los religiosos de esta comunidad que recen por nosotras par que las resoluciones tomadas sean fructíferas para nuestras familias.
• Le agradezco al Señor que haya aumentado mi fe, que haya respondido a mis preocupaciones y que me haya dado la paz.
• El gran fruto de este retiro: saber acoger las dificultades de la vida con alegría.
• Vuelvo con más de lo que esperaba. He encontrado la paz interior. Bendito sea Dios.
• El Amor de Dios supera mis desolaciones y pruebas. He sacado provecho de cada meditación. He comprendido que mi vida es una preparación para acoger el Amor de Dios. He profundizado mi vida espiritual.
• Vine con grandes heridas interiores a causa del asesinato de mi hijo. Las primeras meditaciones no me sirvieron para nada. Es en la oración y en el acompañamiento espiritual que he encontrado la calma y la paz. Que Dios os bendiga por todo lo que hacéis por nosotras.
Etiquetas: Testimonios
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