EJERCICIOS ESPIRITUALES N° 58
Testimonios tanda ejercicios n° 58, 18-21 junio (Kinshasa)
1) Lo que más me ha impactado ha sido el silencio. He reflexionado mucho sobre la muerte (mis padres han muerte este año). También me ha confortado el ver que Jesús no dejó de amar a pesar de su sufrimiento. Mi corazón ha descubierto una nueva luz.
2) La experiencia más importante ha sido la reconciliación con Dios. Ahora tengo el deseo de reconciliarme con El más a menudo.
3) Son los primeros ejercicios espirituales a los que asisto. Me ha gustado el marco organizativo. No me era fácil organizar mi tiempo para orar, pero aquí lo he conseguido (espero que esto continúe así, creo que puedo organizarme de forma parecida en la vida corriente).
4) Gracias a Dios por el tiempo pasado aquí. He comprendido el amor que Jesús tuvo por sus discípulos y que yo puedo tener por los demás. También he descubierto el perdón contemplando la pasión de Jesús. Aquí he podido rezar con concentración y silencio.
5) Me había alejado de Dios y tenía dificultades para ir a la Iglesia. Al llegar aquí sentía una gran pesadez y falta de confianza. El marco de los ejercicios me ha ayudado a reflexionar sobre mi vida. He descubierto que tenía la clave del éxito en mi mismo pues Jesús habita en nosotros. Ahora me siento liberado, he restaurado la confianza en mí mismo.
6) Son mis primeros ejercicios: el marco de la experiencia me ha ayudado mucho y vuelvo a casa reconfortado.
Etiquetas: Testimonios
posted by Francesc Xavier Sanuy @ 4:35 p. m.
6 comments
6 Comments:
Podría estar en este retiro y estaría feliz y perfectamente lo sé porque cuando leo los testimonios los comparto con todo mi corazón, cariños Frances, Gloria
Gracias Gloria. El retiro suele ser siempre un momento de consolación, aunque después viene un bajón que intentamos prevenir en la medida de lo posible.
Lo sé el choque con la realidad es difícil, bueno ese es el momento en que vemos lo pequeños que somos Xavier,, es parte del aprendizaje Gloria
Cuando vengas a Barcelona, no dejes de llevarme una de esas camisas de colores que llevais el P.Ivo y tu. ¡Qué colorido tan vivo y alegre tienen las ropas de los congoleños!
Por cierto, dentro de la gran masa de inmigrantes que nos llegan en avalanchas, he podido observar que los negros son mucho más bondadosos y menos conflictivos que el resto de inmigrantes que recibimos.
¡Marchando una de camisas coloridas!
Yo y mi camisa nos vamos mañana a predicar otra tanda de ejercicios.
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