viernes, diciembre 21, 2007

FELIZ NAVIDAD

Ya nos vamos acercando al final de este año 2007. Es el momento para hacer una evaluación de nuestras vidas a la luz de Dios y recomenzar con renovadas esperanzas el año 2008.

La aparición de la nueva encíclica “Spe salvi” en el mes de diciembre ha sido muy oportuna, y recomiendo a todos su lectura: el papa nos lleva a valorar la Vida que Dios nos ha comunicado por la fe en su Hijo Jesucristo y esa vida es el fundamento de nuestra esperanza.

Si con el tiempo nos cansamos y aburrimos, si nace en nosotros el deseo de cambio o de estar en otro lugar, es el momento de reavivar nuestra fe y nuestra esperanza para seguir amando y sirviendo ahí donde Dios nos ha puesto.

El 10 de enero hará 4 años que estoy en la República Democrática del Congo. Es un país que sólo tiene 100 años de cristianismo (es decir, un barniz superficial) y todavía quedan muchos siglos para poder transformar ciertas costumbres ancestrales incompatibles con el evangelio. Respecto a la reorganización política del país después de la guerra: me parece que hará falta entre un siglo o dos para que pase a ser un país emergente (no me atrevo a decir que será parte del primer mundo). Como al viejo Simeón a todos nos gusta decir “Ahora Señor puedes dejar a tu siervo irse en paz”, es decir, queremos ver resultados rápida y palpablemente; pero en muchos casos estamos llamados a sembrar con nuestros esfuerzos un futuro mejor que otros podrán disfrutar, y para hacer eso hay que hacerlo desde la esperanza.

Animo desde aquí a todos los hermanos que están en el primer mundo, sobre todo en España, para que no se desanimen en estos momentos de secularización galopante: es el momento para poner la base de una Iglesia Católica donde se viva un cristianismo mucho más coherente y profundo que el “cristianismo social” típico de la primera mitad del siglo XX.

Desde un punto de vista más personal puedo decir que estoy contento de no haber tenido la malaria ninguna vez en todo este año. Por otra parte, mi presencia en la comunidad dedicada al apostolado es una experiencia muy positiva, aunque los comienzos son siempre difíciles, pues hay que probar y abrir caminos. Y nuestra vocación no es fácil de entender en el Congo, pues, aunque tenemos algunas obras sociales, no es nuestra misión principal. Cuesta mucho hacer venir a los hombre a hacer los Ejercicios Espirituales, pero una vez han hecho la experiencia después hay que prohibirles que vuelvan antes de un año para dejar sitio a los otros. Qué difícil es que, alguien que no tiene para comer, comprenda que comer no lo es todo en la vida.

Tengo que cambiar mi foto de presentación porque ya tiene más de tres años: más calvo, más arrugas y más ojeras, es decir, con la belleza que deja impresa la vida.

Que la presencia de Jesús entre nosotros nos fortalezca en nuestras vocaciones respectivas, y nos llene de fe, de esperanza y de caridad. ¡Feliz navidad!

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martes, diciembre 11, 2007

PARA SER EXACTOS…

Para ser exactos en los ejercicios espirituales que terminamos el domingo había: un sacerdote católico, un ex-sacerdote católico, dos pastores protestantes y un ex-pastor protestante (ah, también un señor que necesitaba pasar por el exorcista): en total eran 26. Uno de los pastores descubrió la importancia de la Virgen María en la vida espiritual, el ex pastor decidió volver a la Iglesia Católica y el otro pastor quedó muy contento con deseos de seguir en contacto.

Cambiando de tema, el otro día vino a visitarnos un militar del barrio, un capitán, que nos dijo lo siguiente: están entrando en las casas en busca de armas (pues está prohibido que los civiles tengan armas), pero si los soldados están hambrientos aprovechan para robar, así que nos pedía algo de comida para sus soldados, para que se quedaran “tranquilos” mientras hacían su trabajo; además nos dijo que no pensaban entrar en las casas de los religiosos… ¿cómo no darle algo de arroz y de pan (que es lo que hicimos)?

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sábado, diciembre 08, 2007

EL DESEO MISIONERO

Voy a contaros en pocas líneas cómo nació en mí el deseo de ir a la misión en Africa: estando en Argentina, fuimos a hacer lo que se llama “misiones de verano”, es decir, fuimos dos semanas a evangelizar a los indios coya, del oeste argentino, en los Andes; pero me di cuenta que evangelizar “de visita” no es la verdadera misión, sino que ante todo hay que compartir las condiciones de vida de los que se quiere evangelizar, es decir, vivir con ellos; a esto se añade la contemplación de Jesús pobre que compartió con nosotros unas difíciles condiciones de vida, pero quiso estar cerca para servirnos.

En los ejercicios espirituales que estamos dando (y que terminan mañana domingo) hay dos pastores protestantes entre los asistentes (la experiencia les está gustando mucho).

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