viernes, marzo 30, 2007


REGRESO AL CONGO

Sólo faltan unas horas para mi regreso a la República Democratica del Congo (RDC). Estoy contento de volver y estoy contento de los dos meses pasados en Europa de vacaciones: tiempo para descansar, tiempo para hacer visitas a unos y a otros y tiempo para que te den ganas de volver al trabajo

Estuve muy feliz visitando a las comunidades de España, Francia y Suiza: mi corazón se ensanchó y me sentí parte de la gran comunidad que es mi congregación religiosa.

También fue muy refrescante la visita a mis padres, hermanos y a otros familiares que no veía desde hacía mucho tiempo.

Los recientes combates en la capital no me quitan el sueño: estoy convencido de que el país ha mejorado, y está mejorando, poco a poco pero firmemente… soy moderadamente optimista... intentaré ser prudente para que ninguna bala “perdida” se cruce en mi camino, que “más vale ratón vivo que león muerto”.

Etiquetas:

NUEVOS AGRADECIMIENTOS A BIENHECHORES

En este breve artículo quería agradecer los nuevos donativos recibidos de:
- Los profesores de la Universidad San Pablo CEU.
- El Grupo Filadelfia (con el que hice un interesante viaje-peregrinación a Jaén).
- Carlos Hernández.
- Gregorio Duro.

Muchas gracias y que Dios les bendiga muchísimo y recuerden que todos los miércoles rezamos muy especialmente por todos nuestros bienhechores.

Etiquetas:

lunes, marzo 26, 2007

DISTURBIOS "GRAVES" EN KINSHASA

Según Radiookapi.net (la web de la emisora de radio de la ONU en el Congo) una ONG católica (Cáritas) ha echo un recuento de las víctimas de los enfrentamientos entre militares del ejército congolés y la milicia (guardias de seguridad) de Jean Pierre Bemba (perdedor de las recientes elecciones): 100 muertos y 148 heridos. De paso ha habido también saqueos en la ciudad.

Como los combates se desarrollaron cerca de la residencia de Jean Pierre Bemba, la residencia del embajador español recibió algunos proyectiles y hubo que evacuarlo junto al personal que estaba con él, lo cual me parece muy bien; pero de ahí a hablar de repatriación de los españoles dista un abismo.
Nosotros vivimos a unos 15 kilómetros del barrio de la Gombe, que es donde ha habido los enfrentamientos, y no ha habido ningún problema. Lo único que hay que hacer es estar bien informado y evitar salir de casa en esos días, y después todo vuelve a la "normalidad" (lo pongo entre comillas porque ya sabemos que la inestabilidad del país puede llevar fácilmente a explosiones de este tipo).

Siempre hay riesgos, pero los asumimos como gajes del oficio. Por eso no me hace ninguna gracia que se hable de repatriaciones de españoles al más mínimo problema, pues me resisto a la idea de dejar el país dejando a mis hermanos de comunidad tirados. Compartimos juntos los riesgos, son parte de la vida.

¿Se ha evacuado Madrid después de los atentados de ETA? No, pues que me dejen tranquilo en Kinshasa.

Para terminar: pienso que la situación está controlada a pesar de estos pequeños problemas, y ahora que ya han reabierto el aeropuerto de Kinshasa volveré con gusto a mi comunidad.

¡Ah, me olvidaba! Espero que el Señor Embajador de España cambie su lugar de residencia.

Etiquetas:

¡POR FIN SOY TIO!

Os presento a mi sobrino Daniel Sanuy Piquer. Ya hace más de un año que nació, pero ahora que he podido fotografiarme con él no puedo resistir la tentación de presumir un poco.

Como veis en la foto Daniel me está mirando mientras piensa: "¿qué hace este barbudo babeando de satisfacción?"

Daniel es hijo de mi hermano Jose María y de mi cuñada Inmaculada. ¡Felicidades a los dos por este golazo!

También mi hermano Luis María y mi cuñada Silvia están esperando un niño/a: ahora soy tío elevado al cuadrado. Esperemos que todo vaya bien.

Bien, como una imagen vale más que mil palabras acabo aquí dando gracias a Dios por la familia que me ha dado.

Etiquetas:

domingo, marzo 18, 2007

¿LEER O COMER? ESA ES LA CUESTION

Hace unos días volví a visitar la excelente biblioteca “Miguel de Cervantes” de Pozuelo de Alarcón. Recordé los buenos momentos pasados en ese lugar y todas las lecturas con las que pude enriquecerme.
Creo que si no hubiera sido religioso y misionero, una de las profesiones que habría escogido hubiera sido la de bibliotecario. Por eso cuando me enviaron a Argentina una de las cosas que más eché de menos fue la biblioteca y los libros. Lo mismo puede decirse de mi estancia en el Congo.

Las obras impresas en el Congo normalmente son demasiado caras para que la población media pueda comprarlas. Bueno, es verdad que hay algunas congregaciones religiosas que, con apoyo financiero extranjero, pueden publicar libros a un costo asequible, pero el problema es que hay muy poca tirada y muy poca cultura de la lectura (la excepción serían los periódicos, pero incluso así muchos se limitan a leer los titulares expuestos al público y se van sin comprar nada).

Y es normal que la mayoría de los congoleses no lean: si un libro puede costarte la mitad del sueldo, más vale comer y pagar facturas que leer. Pero con esta reflexión me estoy refiriendo sobre todo a las ciudades, pues en los pueblos los libros brillan por su ausencia.

Los que más suelen leer son los estudiantes que tienen acceso a las bibliotecas de las universidades, pero hay que reconocer que, aun en esos casos la oferta disponible es bastante limitada y que este colectivo suele leer por motivos evidentemente prácticos (aprobar exámenes).

¿Cuántas décadas pasarán antes de que haya una red decente de bibliotecas en la República Democrática del Congo? Muchas, porque las bibliotecas son un producto de lujo: antes habrá que resucitar la red de carreteras, la red energética (corriente y agua), el sistema judicial y penitenciario, el sistema sanitario, el sistema educativo, habrá que unificar el ejército, etc; con todo esto subirá el nivel de bienestar de la población y el dinero podrá invertirse para favorecer la cultura.

Querido lector, si no estás viviendo en el Congo y tienes una biblioteca cerca de tu casa, aprovéchala, eres uno de los pocos privilegiados del planeta Tierra.

[En la foto: la primera biblioteca de Pozuelo de Alarcón (Madrid)]

Etiquetas:

viernes, marzo 16, 2007

AYUDAS PARA NUESTRA MISION EN EL CONGO

Ya estoy de vuelta en Madrid. A finales de febrero llegué a la capital de España, donde me quedé una semana. Después he estado 3 semanas en Barcelona, una semana y media entre Francia y Suiza, una semana más en Barcelona, y finalmente de vuelta a Madrid, donde voy a pasar mis dos últimas semanas antes de volver a la capital de la República Democrática del Congo (RDC): Kinshasa.

He tenido la alegría de visitar muchas personas y comunidades y he compartido con ellos mi experiencia. También he podido experimentar la generosidad de los que han querido ayudar económicamente a nuestra misión en el Congo. He aquí la lista de las personas y grupos hacia los que se dirige nuestro reconocimiento y gratitud:

Mis padres, mis tíos Eduardo y Fátima, mi tía Chon, mi hermana Montse, mi tía Roser Sanuy, mi prima Cristina Jordà, Ramón Boix Molinos y su esposa Cinta Khan de Boix, las Hermanas Cooperatrices de Caldes de Montbui, el Padre Juan (cura de Caldes de Montbui), mi tía Epi, Conchita Fernández, el grupo de Damas Auxiliares de Chabeuil (Francia), Fernando Quirós y su esposa Ana María Marcos, la comunidad de Cooperadores en Grolley (Suiza) y el grupo Filadelfia en Pozuelo.
De la parroquia San Juan de Avila (mi parroquia de origen en Barcelona): Clemente y Katy, Inés Cedrón y la comunidad de Cursillos de Cristiandad.

Los Cooperadores rezamos especialmente por nuestros bienhechores todos los miércoles. Nuestra gratitud va también hacia todos aquellos que nos sostienen con sus oraciones.

Las ayudas que recibimos sirven para sostener nuestra misión, lo cual implica: sostener algunos proyectos (un dispensario, una escuela y un centro de formación), y ayudar a financiar la formación de candidatos que quieren ser religiosos de nuestra congregación.

Debido al peligro de la picaresca, hemos creado una comisión formada por tres religiosos Cooperadores que se encarga de recibir las ayudas y canalizarlas según la voluntad de los donantes y según el orden de prioridades y las necesidades reales. El fin de esta comisión, como pueden ver, es ejercer la caridad con prudencia.

Somos conscientes de que el ideal es llegar a la autofinanciación, pero la situación del país es tan catastrófica que por ahora es impensable. Eso no quita que cultivemos un poco la huerta y que nos dediquemos a la cría de conejos y gallinas, pero el ideal citado todavía queda lejos. Así que gracias a todos los que hacen posible nuestra misión en este país tan necesitado y que acaba de salir de una larga guerra. Por lo que yo sé ninguna congregación ha llegado a la autofinanción total (o quizá sólo una). Es verdad que no hay que generar un paternalismo que haga de los congoleses un pueblo eternamente dependiente, pero también es verdad que si nos limitamos a los recursos locales avanzaremos mucho más lentamente en la reconstrucción del país; gracias a Dios la comunidad internacional es consciente de esto y está dando un apoyo económico considerable, que, a mi modo de ver, es un acto de justicia para reparar todo lo que se ha usufructuado durante el periodo colonial.

En la foto, sacada en un restaurante de Barcelona (de izquierda a derecha): mi padre, mi madre, mi tía Epi, yo y mi prima Mariés.

martes, marzo 06, 2007


¿HAY UNA SALIDA PARA EL CONGO?

En 2005, durante el proceso de transición (que debía llevar el país a las elecciones), discutí con una misionera que llevaba muchos años en el Congo si éste país tenía salida. Ella era pesimista, dada su larga experiencia después de la independencia del año 1960, pero yo era optimista… ¿ingenuamente?
A pesar de mi falta de experiencia (poco más de un año en el país) ya me había dado cuenta de que la situación había mejorado en un punto clave: la voluntad política de la comunidad internacional.

Si en Ruanda hubo un genocidio fue debido a la pasividad de la comunidad internacional, a su falta de voluntad para intervenir en esa situación. Es verdad que algunos justificaban ese no-intervencionismo como una forma de mantener la neutralidad en una situación muy complicada donde había dos bandos enfrentados. Pero podemos preguntarnos si la neutralidad es la opción correcta en ciertas situaciones de violación clara de los derechos humanos.

En la República Democrática del Congo (RDC) ha habido millones de muertos debido a la situación de guerra creada en el este del país después del genocidio ruandés (entrada de los ejércitos de Uganda y Ruanda en la RDC, con la creación de rebeliones autóctonas que justificaran la presencia de esos ejércitos y la oposición al gobierno de Laurent Desiré Kabila).

En esta situación, donde varios grupos rebeldes ocupaban la mitad norte-este del país, se calcula que hubo entre 3 y 4 millones de muertos. Esta situación se prolongó desde 1997 hasta 2003, hasta que finalmente la ONU decidió implicarse a fondo para favorecer un proceso de transición que llevara hasta las elecciones democráticas este sufrido país. Y es lo que se ha conseguido con mucho esfuerzo y muchos riesgos.

A finales de 2006 fue elegido presidente de la República Joseph Kabila, y a principios de 2007 se ha formado el gobierno. Han sido las primeras elecciones realmente democráticas que ha habido en el país.

Está casi todo por hacer: la unificación del ejército, las carreteras, la organización del sistema judicial y penitenciario, la educación y la salud públicas, la seguridad (que atraiga las inversiones extranjeras), las infraestructuras necesarias para que todos tengan agua y corriente eléctrica…

Pero soy optimista, y no sólo porque creo y espero en Dios, sino también porque veo a la comunidad internacional muy consciente de que no pueden irse después de las elecciones, sino que han de seguir al pie del cañón para afianzar la paz y la reconstrucción del país.

Pero, ¿no será esto intervencionismo? Sí, pero también lo fue la colonización, con la creación artificial de los diferentes estados africanos (y los problemas enormes que esto conlleva para los autóctonos). Que la comunidad internacional siga apoyando al Congo es una cuestión de justicia.
Por otra parte los congoleses están hartos de sufrir, quieren el cambio y la reconstrucción del país. Y para esa labor no sólo están los políticos, sino también los misioneros que queremos ayudar y fortalecer a la población inyectándoles la fuerza, la esperanza y la honestidad que viene de la fe.

Por todo esto, y por mucho más soy optimista, pero también paciente, pues pasarán varios siglos antes de que la RDC llegue al nivel actual del primer mundo.

Etiquetas: