miércoles, septiembre 29, 2010

"TE NECESITO, PAPA"


Un libro sobre la figura paterna: "Te necesito, papá".

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jueves, septiembre 16, 2010

TESTIMONIOS RETIRO Nº 72


TESTIMONIOS RETIRO n° 72 (26 al 29.08.2010)

1. Ha sido un retiro muy enriquecedor gracias a sus enseñanzas. Ha sido una ocasión para dirigirme hacia Dios y así aproximarme a El. Me ha impactado la disciplina, el silencio y el recogimiento.

2. Es la primera vez que hago el retiro ignaciano. Cada vez que iba a la capilla tenía dolor de cabeza. No comprendía este fenómeno. Esta situación me ha permitido descubrir la grandeza de Dios y dialogar con El como con un amigo. Es importante invitar a otras personas a hacer esta experiencia.

3. Me interesaba mucho la oración de contemplación. Gracias a la contemplación he podido entrar en profundidad en las escenas evangélicas para hablar con Dios. Me dado cuenta de que la oración es una vida.

4. Antes del retiro tenía una carga interior. Por la oración y la confesión me siento libre y liberado.

5. El silencio me ha maravillado. A partir de ahí he concluido que Dios es un Dios de silencio, no desorden.

6. Hay dos expresiones que han llamado mi atención. Por una lado “la dirección espiritual”: hace más de veinte años que me he guiado a mí mismo, pero en este retiro acabo de descubrir la importancia del director espiritual. Por otro lado “amaos unos a otros como yo os he amado”; es ante todo el “como yo os he amado” lo que me ha interpelado y ha sacudido mi conciencia.

7. Me ha impresionado el silencio. En mi tiempo dedicado a la oración he valorado el autoconocimiento que me permite situarme mejor en relación a mi destino. También me ha fascinado la oración de alianza y la llamada de Cristo Rey.

8. He aprendido a rezar con los textos bíblicos. Con la contemplación he podido participar en las escenas evangélicas como si estuviera presente. He podido concentrarme mientras rezaba de rodillas durante muchos minutos.

9. Estoy feliz por haber descubierto que el espíritu que recibimos en el bautismo no es un espíritu de miedo, sino un espíritu de razón y de fuerza.

10. Esta experiencia me ha permitido comprender que el matrimonio es también una vocación. También se puede servir a Dios en el matrimonio.

11. He profundizado en la Pasión de Cristo : he descubierto las cualidades de Jesús y María y he aprendido a imitarles.

12. Quería recuperarme espiritual, moral y mentalmente, de ahí mi triple satisfacción: he encontrado la paz interior ante los problemas, he reavivado en mí la llama del amor y salgo más armado espiritualmente. Haré todo lo posible para que mi vida esté al servicio de los otros.

13. Antes del retiro tenía una gran desolación espiritual. La libertad interior, el discernimiento espiritual y el marco favorable para orar me han ayudado a recuperarme. En este retiro acabo de tomar la buena dirección al aceptar con alegría las diferentes dificultades y fracasos.


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sábado, septiembre 04, 2010

TESTIMONIOS RETIRO Nº 71

Retiro nº 71 (16-21 de agosto de 2010)

- Empecé este retiro muy cansado. Aquí he descubierto el tesoro de mi vida, Aquél en quien mi corazón encuentra descanso. Doy gracias al Señor por la ocasión que me ha dado de encontrarme con Él. Me pongo en manos del Señor para poder poner en práctica todo lo que he aprendido aquí.

- Esta experiencia me ha permitido tomar conciencia de la presencia de Dios en mi vida cuotidiana.

- Lo que más me impresionado es la realidad del pecado en mi vida.

- En esta experiencia espiritual he hecho un gran descubrimiento: los tres tipos de libertad en vistas a tomar una buena decisión en mi vida.

- Esta casa es para mí como el Monte de los Olivos donde Jesús se retiraba para orar. Este retiro me ha ayudado a hacer crecer en mí la confianza en el Señor. He comprendido como San Pablo que la gracia del Señor me basta.

- Me ha impactado el tema de la vocación. A partir de ahora sé que el Señor me llama. Al final de este retiro creo firmemente que soy un pecador perdonado.

- El retiro me ha permitido ponerme en presencia de Dios. Me alegro del clima de silencio que ha favorecido en mí el amor de la oración. Aquí he recibido los elementos necesarios para reformar mi vida.

- Esta experiencia espiritual me ha situado en mi vida y me ha instruido. Me he despertado de mi distracción. A partir de ahora sé que Dios actúa en mi vida y cuenta conmigo para realizar su plan de salvación.

- Vine aquí para descansar, y efectivamente, he descansado en el Señor. El retiro me ha conducido a una fructífera aproximación a las Santas Escrituras. Me ha impactado el “shaloom” de Cristo resucitado a sus Apóstoles; un saludo con un sentido denso: sentido de perdón, de amistad, de consolación…

- Lo que más me ha marcado ha sido la importancia del examen diario de conciencia, un instrumento imprescindible para saber orientarme y mantener mi vida cristiana.

- El mensaje central para mí ha sido: « para los que tu amas Señor, has preparado cosas que el ojo no puede ver ». Este retiro me ha permitido cultivar las virtudes de paciencia, constancia y fidelidad. Me ha gustado el tema del perdón que hay dar y recibir.

- En esta experiencia he sentido la actualidad y la fecundidad de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. El retiro me ha hecho descubrir qué es el pecado.

- Me voy satisfecho porque he aprendido a preguntarme cómo voy a vivir la segunda parte de mi vida. He comprendido que necesito velar y orar continuamente. Ahora sé que para progresar en mis actividades tengo que contar con Dios y colaborar con él. Tomo la firme resolución de dejarme guiar por su Espíritu.

- Agradezco al Señor las consolaciones recibidas a través de las enseñanzas y de las Eucaristías.

- La frase que más me ha motivado es: « todo esfuerzo hacia el bien produce un resultado agradable ». La contemplación de Cristo crucificado por mí me ha ayudado a amarle sinceramente. El retiro me ha permitido comprender que la gracia es un don divino, hay que pedirla con humildad. Ahora sé cómo evitar el mal y cómo perseverar en la oración.

- La humildad de Cristo es lo que más me ha marcado.

- Lo que más me ha gustado es la alegría de estar juntos. Gracias al Señor por los sacramentos de la confesión y de la comunión, pues hacía años que no los recibía.



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