viernes, mayo 11, 2007

OBSTACULOS AL PROGRESO DEL CONGO

El lunes 7, el martes 8 y el jueves 10 asistí junto al P. Ivo y al Hno. Mateo a un congreso sobre “espiritualidad carmelita en el Africa”. Un tema interesante y que tiene que ver con la continua búsqueda de identidad cultural que se da en estas tierras. La evangelización del Congo ha sido realizada por occidentales (belgas sobre todo), y es inevitable que en su forma de transmitir el cristianismo hayan hecho pasar su cultura europea; pero es responsabilidad de los congoleses expresar el cristianismo según las formas culturales que les son propias.

Los temas expuestos, a pesar de tratar de la espiritualidad, me llevaron a hacer una reflexión político-social sobre los obstáculos principales que frenan el progreso del Congo:

1) La corrupción: el hecho de que occidente haya impuesto sus sistemas políticos en el Africa ha implicado una cierta inmadurez y falta de preparación en los dirigentes africanos que han asumido el poder a partir de las independencias. Esta situación genera la pobreza de la gran masa a favor de la riqueza de la minoría gobernante.

2) La dependencia: la actitud de dependencia hacia occidente generada a partir de la colonización genera la pasividad y la irresponsabilidad, pues se tiende a esperar que las soluciones venga de afuera, de los otros (esto se da también en relación con la religión: se espera que Dios o los espíritus van a cambiarlo todo independientemente del propio esfuerzo).

3) La falta de identidad: ¿por qué en el Africa no puede darse el fenómeno de China –que ha sido capaz de enfrentarse a la colonización para seguir su propio proceso-? Porque el Africa es un conjunto de múltiples pueblos que no estaban unidos entre sí bajo un imperio cuando llegó la colonización occidental: esto ha impedido una reacción de resistencia unificada, como ha sido el caso de la China.

4) La mundialización: este fenómeno de liberalización mundial de la economía está creando las condiciones para que los ricos sean más ricos y para que los pobres sigan siendo pobres. Este foso no sólo se está cavando entre el Africa y el primer mundo, sino también con las llamadas potencias emergentes (China, India, Brasil).

Lo que me permite ser todavía optimista es el ver que el primer mundo se da cuenta de que la injusticia económica es fuente de desestabilización y de terrorismo; si ayudan al tercer mundo no lo harán por caridad, sino por propio interés.


ACERCANDOME A LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES

Esta experiencia de unos 30 días está dividida en cuatro etapas:

1ª) Se medita el plan de Dios, su amor por nosotros y nuestro rechazo a su propuesta (el pecado), para terminar con una renovada respuesta a Dios para estrechar los lazos con él (la conversión).
2ª) Se medita la llamada de Jesucristo a seguirle por el camino de esta vida, y esto se hace mientras se contemplan las diferentes escenas del evangelio (desde la infancia de Jesús hasta el final de su vida pública). Es esta etapa el momento favorable para tomar las grandes decisiones.
3ª) Se contempla la pasión de Jesucristo para tener la fuerza de seguirle en medio de las dificultades que podemos encontrar cuando queremos vivir como él.
4ª) Se contempla la resurrección de Jesucristo para fortalecerse en la alegría de saber que él está vivo y nos acompaña y que nuestro final será como el suyo.

La duración de las etapas depende del grado de evolución personal (no se pasa a la siguiente etapa sin haber alcanzado los objetivos de la anterior).

La experiencia se desarrollará en una pequeña casita que unas monjas van a prestarme. Ellas me prepararán la comida al mediodía (a la mañana y a la noche me arreglaré sólo con algo sencillo).

Tendré entre 4 y 5 horas de oración diarias (además de la misa). Cada día haré un corto desplazamiento hasta la parroquia para asistir a la misa diaria en lingala; después hablaré con mi guía o maestro espiritual, que me ayudará a hacer la experiencia con sus indicaciones.

Será una experiencia dura, pero hace años que deseo hacerla. Adaptarse a la manera de ser de Jesucristo no es nada fácil, es más, diría que es imposible para nuestras fuerzas… se requiere una conversión muy profunda que es don de Dios y fruto de la colaboración y del esfuerzo personal: si lees esto no dejes de orar por mí. Gracias.

Como decía hace dos artículos esta experiencia es como ir al desierto: silencio, aislamiento y oración son las condiciones para encontrar con más facilidad a Dios, pero al no ser nuestro ritmo de vida habitual no es nada fácil de mantener este ritmo durante todo un mes (hay que decir que hay tres momentos de descanso: dos medios días y un día entero). Todo esto implica que seguramente no podré actualizar el blog durante un mes.

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viernes, mayo 04, 2007

ME VOY AL “DESIERTO”

El día 17 de mayo voy a hacer los Ejercicios Espirituales de 30 días. Será la segunda vez. La primera fue en Francia en 1993. Esta experiencia es parecida a los 40 días de Jesús en el desierto (a donde fue para estar con su Padre y para preparar su misión).
Hacía unos cinco años que venía pidiendo a los superiores la posibilidad de repetir esta experiencia. Así que si lees esto, ya sabes, reza por mí, a ver si me convierto a fondo. Empiezo el 17 de mayo y termino el 16 de junio.

El 5 de junio cumpliré 36 años, además también cumplo 9 años como diácono, y también 18 años en la congregación (la mitad de mi vida).

Últimamente no actualizo mucho el blog pues tenemos dificultades de conexión. Durante el mes de Ejercicios Espirituales seguramente no podré actualizar el blog ni responder al correo.

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