LEYENDAS URBANAS SUBSAHARIANAS
En las capitales africanas (subsaharianas) suele darse una mezcla de modernidad y superstición de lo más curioso. Si a esto le añadimos la falta de información y la ignorancia de ciertos aspectos científicos, entonces se producen fenómenos como el que voy a contar ahora.
No, no voy a decir que alguien ha muerto y han acusado a otro de brujo (de haberlo matado por medios “místicos”)… eso es de lo más “normal”. El caso que comento hoy empieza así:
Nuestros estudiantes de teología, se extrañaron de que, camino al seminario, cuando subían al transporte en común, algunos se alejaban de ellos, para no tocarlos (habían visto que llevaban cruces colgadas en el pecho). Más adelante vieron movimientos desordenados de multitudes, como si hubiera manifestaciones o algo así. Finalmente se enteraron de que había corrido la noticia de que le habían robado el aparato genital a un hombre por medios “místicos” (=brujería). Ver para creer. La noticia hasta salió por la tele. Yo me preguntaba si no sería tráfico de órganos lo que había detrás, pero finalmente era una falsa alarma, pero la gente, por si acaso, no quería tocar a los otros, como cuando había el ébola en el interior del país.
Por ejemplo, me contaron que dos chicas iban caminando por la calle y una chocó con un militar; siguieron adelante, pero el militar las detuvo y les dijo: “Deteneos, ante de que sigáis tengo que verificar si tengo todo en su sitio”. Después de una rápida inspección, comprobando que seguía siendo tan hombre como siempre, las dejó ir.
¿Cuál es el origen de estos rumores (que curiosamente tocan sobre todo a los hombres)? Lo más seguro es que estos rumores son un arma. ¿Un arma? Sí, un arma que las autoridades usan para evitar que la población manifieste contra el aumento de precios. Este es el sistema que se ha usado otras veces. Se intenta aterrorizar a la población para que no salga a la calle. Durante el tiempo de las elecciones se usó un método más drástico, el fenómeno kata-kata (corta-corta): se encontraron cadáveres cortados en pedazos varias noches seguidas, y así la gente estaba más que motivada para quedarse en casa.
Terror, desinformación y superstición como método de control… esto es lo que hay.
Etiquetas: Flashes congoleses