BENDITA COMPETENCIA
Hace dos domingos fuimos a celebrar misa a una capilla, que en realidad no era tal: estaba hecha de algunas ramas de palmera y algunos plásticos. Muy pobre. Cuando llueve, la gente se moja.
Aparentemente podríamos decir que abrir una capilla así es irresponsable, ¿no? Pues todo lo contrario. Las múltiples sectas que pululan por Kinshasa (con mucho autoproclamados “pastores” hambrientos de las ofrendas de sus fieles), aprovechan que hay zonas no atendidas por la Iglesia Católica para reclutar fieles; y empiezan por capillas como las que acabo de describir.
Pues bien, el sacerdote encargado de esta zona, viendo que la gente empezaba a irse a las sectas (pues no tenían a dónde ir a rezar), decidió hacer lo mismo. Empezó a reunir a los fieles para la misa del domingo, aunque fuera prácticamente al aire libre.
Poco a poco, los feligreses están reuniendo dinero para construir una capilla, pero sólo les va a dar para poner unas chapas. A ver si conseguimos que algunos señores de la zona que tienen más dinero, pasen por los Ejercicios Espirituales y después de reblandecerse el corazón se rasquen un poco el bolsillo para financiar la futura capilla.
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